lunes, 28 de marzo de 2011

AUTORRETRATO CON OREJA VENDADA (VAN GOGH)

AUTORRETRATO A LO BONZO (VAN GOGH)

AUTORRETRATO (VAN GOGH)

Este famoso cuadro pintado por el mismo Van Gogh lo podemos encontrar en el museo de Orsay en París. El autor empieza a pintar dentro del grupo Impresionista, pero sólo unos años, debido a sus circunstancias personales ese tipo de pintura es abandonado y emprende un nuevo estilo muy personal y diferente. Por eso mismo se incluye también en el grupo de los Postimpresionistas, como Cézanne y Gauguin, artistas todos ellos que aunque comienzan su andadura artística con el grupo impresionista, posteriormente siguen un camino propio y diferente.

Este autorretrato lo realizó en 1889 utilizando la técnica del óleo sobre lienzo, van Gogh utilizó colores fríos para este autorretrato, usando azules y celestes para su traje y fondo y un tono verde en su piel, que destaca el rojizo de su cabello.

Van Gogh estaba pasando por una mala época cuando pintó este autorretrato, es de los casi 40 autorretratos que pintó, el más reconocido. Se autorretrató con la oreja vendada (tras amputársela y mandarla a su hermano Theo, según una versión de las varias dadas) o como un monje oriental, a lo bonzo.

Fue pintado en el momento que, Van Gogh estaba en el manicomio (diez meses después se suicidaría), por esto, él se muestra de un color verdoso casi enfermizo, y en su fondo, hay unas ondulaciones que simbolizan la locura. Los colores fríos traen una sensación de melancolía y pena, características de Van Gogh. La pose couvencional y la indumentaria tradicional constituyen una alusión a los retratos de los antiguos maestros holandeses. Tal vez el artista trataba de reafirmar sus raíces o no podía desprenderse por completo de ellas.

Como cabe esperar del autorretrato de un artista, los ojos constituyen un aspecto revelador. Los dos círculos negros están rodeados de densas líneas de pintura amarilla brillante, que otorgan a la mirada una expresión contemplativa, o tal vez triste. Estas son las herramientas con las que Van Gogh se interrogaba de una manera implacable.

Van Gogh entendía la pintura como vía de modificar la sociedad y como vehículo de salvación personal. Fue un personaje difícil en su relación con los demás y en lo económico, fue un fracasado en cuanto a lo amoroso. En el trabajo tampoco le fue demasiado bien y le hubiera sido difícil sobrevivir de no ser de la caridad de su hermano Theo. Este artista se enfrentó desde una óptica muy personal a una vida que para él resultó frustrante.

La calidad de su obra sólo fue reconocida después de su muerte considerándose uno de los grandes maestros de la pintura. Tuvo una gran influencia en el arte del siglo XX, especialmente entre los expresionistas alemanes y los fauvistas como Derain, Vlaminck y Kees Van Dongen. Por medio de numerosas reproducciones muchas de sus obras son muy conocidas y se encuentran profundamente enraizadas en la consciencia artística general y mantienen su actualidad en todo el mundo.

¿CUÁNDO TE VAS A CASAR?-Nafé Faaipoipo (GAUGUIN)


Este cuadro pertenece a Paul Gauguin, es un pintor impresionista que se desplazó a Tahití y allí realizó esta obra. Este autor se incluye también en el grupo de los Postimpresionistas, como Cézanne y Van Gogh, artistas todos ellos que aunque comienzan su andadura artística con el grupo impresionista, posteriormente siguen un camino propio y diferente. Va a Tahití en busca de la civilización feliz que no encuentra en Europa
Esa búsqueda de la alegría la realiza en la obra plástica, donde combina líneas y colores, convirtiendo su obra en una estética decorativa de formas precisas y curvas. Gauguin crea una obra personal y autónoma que será influencia para otros artistas modernistas y simbolistas que derivarán del surrealismo.
Los personajes de Gauguin y sus escenas representan la humanidad más feliz, como podemos observar en estas dos mujeres, jóvenes y alegres. Son personajes de los pueblos primitivos del Pacífico. Podemos ver que le da gran importancia al paisaje, representándolo con todo su esplendor y con colores alegres y cálidos. Utiliza la naturaleza para crear plano y espacio. Las dos mujeres están situadas en primer plano, con rostros de primitivas y ropajes pertenecientes a ello. Las ropas son de colores cálidos y apenas presentan pliegues. No hay mucho claroscuro en la obra. Pero no sólo son esos personajes los que aparecen en el cuadro, podemos observar dos figuras humanas al fondo, con las que se crea espacio, ya que, son figuras humanas pequeñas y así podemos contemplar la distancia entre las del primer plano y éstas.
Gauguin utiliza la pincelada suelta, renuncia a la perspectiva, suprime el modelado y las sombras e identifica la sensación de plano igual que en las pinturas japonesas.
Las características esenciales de su pintura en la Polinesia (en la que sigue usando grandes superficies de colores vivos) no experimentan demasiados cambios. Su primitivismo se atempera por la influencia de algunos pintores neoclásicos como Ingres o contemporáneos como Puvis de Chavannes. Cuida especialmente la expresividad de los colores, la búsqueda de la perspectiva y el uso de formas plenas y voluminosas.
Influido por el entorno tropical y la cultura polinesia, anticipa al arte abstracto: simplifica aún más las composiciones dando preponderancia al color y a la idea que el color puede sugerir, su obra adquiere fuerza, lleva a cabo esculturas en madera y pinta sus cuadros más bellos, en especial su obra más importante, que hoy se encuentra en el Museum of Fine Arts de Boston: "¿De dónde venimos? ¿Qué somos? ¿Adónde vamos?", que él mismo considera su testamento pictórico.

BODEGÓN: MANZANAS Y NARANJAS (CÉZANNE)


1º COMENTARIO

La obra que comentamos es un óleo sobre lienzo que recibe el título de "Bodegón con manzanas y naranjas", obra pintada por Paul Cézanne entre 1895 y 1900.Cézanne empieza a pintar dentro del grupo Impresionista, pero sólo unos años, porque pronto le cansa ese tipo de pintura y emprende un nuevo estilo muy personal y diferente. Por eso mismo se incluye también en el grupo de los Postimpresionistas, como Van Gogh y Gauguin, artistas todos ellos que aunque comienzan su andadura artística con el grupo impresionista, posteriormente siguen un camino propio y diferente.

En este cuadro Cézanne representa un bodegón o naturaleza muerta, género representado en variadas ocasiones por el pintor pues le permitía experimentar en su visión de la pintura. De hecho, para Cezánne en vez de la luz, el protagonismo en la pintura deben asumirlo las formas que se perfilan en los objetos y lugares que pintamos, porque son precisamente las formas de las cosas las que nunca cambian por diferente que sea la luz que les dé, y porque son las formas las que realmente sabemos siempre cómo son. Por tanto deben de destacarse las formas en los cuadros. Es más, la mejor manera de reforzar su protagonismo, dándole además una sensación más rotunda a las pinturas, es ir reduciendo esas formas a figuras geométricas básicas, como círculos, esferas, cilindros, cubos, rectángulos….Por lo demás, el color en la pintura de Cézanne sigue teniendo la misma importancia que ya le habían dado los impresionistas, lo que ocurre es que ahora él lo utiliza no para potenciar la luz, sino precisamente para modelar sus figuras de una forma más voluminosa y rotunda, porque son las gradaciones de color y el sombrado con color el que modela los objetos.
En este cuadro las piezas de fruta destacan por su esfericidad. Algunas realmente no parecen tales frutas, sino simples círculos o esferas, cuyos volúmenes nos vienen dados por la precisión de los contornos y perfiles, construidos a través de la modulación del color que en este caso sólo cuenta con una sola gama de tonos, rojos y naranjas.
Otra característica interesante de este cuadro y de la mayoría de sus naturalezas muertas es el tratamiento de la perspectiva, que rompe totalmente con las normas tradicionales: Se puede ver en el cuadro que algunos objetos presentan una doble visión perspectiva. Así el cuenco que en el centro guarda la fruta presenta en su parte superior un punto de vista y en su parte inferior otro, como visto desde arriba. Y lo mismo ocurre con los distintos objetos entre sí. Mientras el plato de la izquierda presenta una perspectiva casi cenital, la jarra se ve frontalmente. Con ello la composición se enriquece porque nos está dando dentro de una misma imagen múltiples puntos de vista, igual que si nosotros nos moviéramos delante de esta mesa con fruta.

Cézanne formará junto a pintores como Van Gogh o Gauguin la segunda generación de pintores que partiendo de la corriente impresionista evoluciona hacia una concepción distinta de la pintura en la que no sólo el color sino también la forma cobra especial importancia. Así se considera a Cézanne el precursor del cubismo.

2º COMENTARIO

Esta pintura es conocida como Manzanas y Naranjas y fue realizada por P. Cézanne, entre los años 1895-1900. Actualmente la pintura se encuentra en el Museo d'Orsay, París.

Se trata de una pintura sobre tabla, con un género de pintura figurativa de naturaleza, donde representa un conjunto de manzanas sobre una fuente y un plato, acompañadas por una jarra. Todos estos elementos se encuentran sobre una sábana blanca, encima de un sofá. La técnica utilizada es el óleo.

Presenta una composición triangular, y la forman el plato con las manzanas, la fuente y la jarra. En cuanto al color, el autor busca un equilibrio, utilizando tanto colores fríos como cálidos, con una pincelada espesa. La luz es artificial, y el autor intenta encontrar contrastes. El dibujo es enérgico debido a que predomina la línea muy marcada. Los objetos han sido coloreados de forma que tienen apariencia de tridimensionalidad. Esto se ha conseguido mediante el uso de la luz y sus contrastes, el color y sus escorzos.

La obra puede clasificarse dentro del estilo del impresionista. Debido a tendencia natural de la pintura, el autor estaba obsesionado en el estudio de los volúmenes, que sería la experimentación a base de naturalezas muertas, que son siempre el mejor ejercicio para el estudio de las formas. Esto le sirve para reducir los objetos a formas geométricas esenciales. Así destaca en todas las piezas de fruta la rotundidad de su esfericidad. Algunas realmente no parecen tales frutas, sino simples círculos o esferas, cuyos volúmenes nos vienen dados por la rotundidad de los contornos y perfiles, y por los efectos de color matizados por la luz. En este sentido, el color en el que predomina una sola gama, en este caso de rojos y naranjas, se enriquece de tal modo de matices que consigue una perfecta armonía cromática, y consigue con ello modelar los volúmenes, que es precisamente lo que él buscaba, y es el nuevo papel que Cézanne le asigna al color. Esto es visible en el mantel, cuyos pliegues, duros y aristados, como acartonados, adquieren el volumen y relieve por efecto de los matices de color. El color es el elemento que le da solidez a las formas. Compositivamente, se advierte un marcado triángulo, con el frutero central en su vértice, que crea la estructura estable y sólida sobre la que estructurar una pintura igualmente firme y consistente. Este aspecto es fundamental porque anticipa precisamente la gran aportación de cubistas, la multiplicidad de los puntos de vista de una imagen en un cuadro. Debido a su situación económica, puede dedicarse únicamente a su pintura. Esta es una visión intelectualizada de la realidad, muy distante de la concepción simplemente visual que tenía de esa misma realidad los impresionistas. Es por ello por lo que la aportación de Cézanne a la historia de la pintura es muy importante, porque como los grandes artistas se anticipa a las grandes conquistas de la expresión plástica.



NIÑOS EN LA PLAYA (SOROLLA)


La imagen a comentar trata de “Niños en la playa” hecha por el pintor español Joaquín Sorolla. La obra es de estilo impresionista (s. XIX), aunque la obra es del año 1910.

Este cuadro esta hecho al óleo sobre lienzo. Pertenece al Museo del Prado, a donde llegó procedente del Museo de Arte Moderno, al cuál lo donó el propio pintor hacia el año 1919.

El cuadro representa una playa de aguas cristalinas, con tres niños sobre ella. Los niños se hallan completamente desnudos y tendidos boca abajo sobre el barro mientras el agua les lame la piel, teniendo distintas posiciones y atributos: Uno de ellos, rubio y de piel clara, así como aparentemente de menor edad, se apoya sobre un codo mirando hacia otros dos niños, morenos y de piel más oscura, cuyos cuerpos yacen en otra dirección. Uno de ellos se halla mirando hacia el primero con una sonrisa en la cara, mientras que el otro está ajeno a la escena. El niño rubio está menos hundido en la arena que los otros dos, así como perfilado con mayor detalle; las plantas y los dedos de los pies, así como los músculos de las piernas, los glúteos y la espalda, poseen mayor definición que los morenos. Estos se hallan semienterrados en la húmeda arena, siendo mucho más difusos sus cuerpos.

La obra está pintada con grandes pinceladas continuadas, que forman los cuerpos de una manera rápida y poco minuciosa, característica principal de la pintura impresionista. Los cuerpos de los niños se funden con las olas del mar, y todo ello forma un conjunto sereno y tranquilo. La pintura plasma una escena al aire libre; la pintura en plein air es típica de los impresionistas.

Aunque Sorolla no pertenece al grupo de impresionistas franceses famosos (Manet, Monet, Renoir,Sisley, Pissarro y Degas), es un pintor de tanta calidad como los nombrados. El pintor hace de esa corriente una interpretación personal basada en el protagonismo absoluto de la luz, el color y la plasmación del movimiento de las figuras. Niños en la playa o Paseo a orillas del mar, realizados en la primera década del siglo XX, son claros exponentes de su preferencia por las playas y los temas marinos, especialmente levantinos, creados con maestría en colores claros e intensos y una pincelada de gran libertad.

Joaquín Sorolla deja una profunda huella entre los pintores valencianos, incluso hasta el punto de configurarse espontáneamente una corriente de “sorollistas” . Entre las distinciones que se le otorgan transciende su nombramiento como académico en la Academia Francesa de Bellas Artes y en la de San Fernando de Madrid.