lunes, 9 de mayo de 2011

PERSISTENCIA DE LA MEMORIA (DALÍ)

Se trata de “La persistencia de la memoria”, un óleo sobre lienzo del pintor español Salvador Dalí. Clasificado dentro del Surrealismo, una de las vanguardias históricas surgidas a principios del s. XX.

Estamos delante de un paisaje onírico, parece una playa al anochecer. En primer lugar y en posición central, destaca una extraña figura; una cabeza blanda con una enorme nariz, de larga y carnosa lengua que sale de ella pero carece de boca. Su raro cuello se pierde en la oscuridad. Reposa dormida sobre la arena, ya que vemos cerrado su ojo, con unas enormes pestañas. Puede ser un autorretrato estilizado del pintor que tiene encima un blando reloj de bolsillo.

A la izquierda sobre lo que parece una mesa de madera rectangular, aunque incompleta, encontramos otros dos relojes: uno mas pequeño cerrado sobre el que se apelotona una multitud de hormigas, el otro enorme con una mosca encima y marcando casi las siete horas se escurre por el borde de la mesa. De la mesa nace un árbol roto, con una sola rama sin hojas sobre la que hay un tercer reloj blando. Al fondo, iluminada fuertemente, vemos una cala recortada por acantilados rocosos. Una piedra redondeada proyecta una se sombra sobre la arena de la playa, que está desierta. El mar se confunde casi con el cielo cubierto de vaporosas nubes blancas.

El dibujo tiene una enorme importancia en el cuadro. Es de líneas puras, muy académicas y relamidas. Los objetos están representados con exactitud y detallismo, pero sus dimensiones no son reales y están deformados.

La luz juega un gran papel. El cuadro esta dividido en dos partes no simétricas: una tenebrista en primer término, con un foco de luz muy blanca e irreal.

El color es rico y variado. Predominan los tonos fríos (azules, grises y blancos), que contrastan con los cálidos (ocres, marrones y amarillos).

La composición está muy estudiada. Domina la línea horizontal de la mar al fondo, remarcada por la luz, que divide el cuadro en dos mitades desiguales pero armoniosas. Se complementa con la horizontal de la rama seca del árbol que con su tronco marca a la izquierda una vertical que equilibra la composición. Como elementos dinámicos el pintor utiliza las líneas diagonales (mesa, cabeza) y las curvas (relojes, cabeza). El color contribuye a lograr estos efectos ya que los tonos calidos nos acercan las formas, mientras que los fríos las alejan. La perspectiva tradicional existe, pero el espacio parece extraño. El punto de vista del espectador es alto, aunque no en todos los objetos.

Esta obra pertene al surrealismo, movimiento de vanguardia artística creado en 1924 tras el manifiesto de André Breton, guía espiritual y dictador del mismo. Inicialmente literario afecta a todas las artes y termina por convertirse en un estilo de vida que intenta transformar la sociedad burguesa. El surrealismo es heredero del movimiento Dadá, en el uso constante de la provocación y os materiales de desecho, así como en su deseo de liberar la imaginación del corsé de la razón. Inspirándose en Freud

Los surrealistas creían que la única forma de hacerlo era tener acceso al subconsciente. Su temática es la de los sueños. El arte será para ellos un método de conocimiento de la realidad interior, no visible. En cuanto a las técnicas, usan el automatismo (que consiste en dibujar o escribir sin lógica moviendo la mano incontroladamente).

Dentro del surrealismo hay dos modalidades; la objetiva o figurativa que utiliza una técnica casi fotográfica para imitar la realidad, y a la cual pertenecen Dalí, Magritte, Delvaux… y la antiobjetiva de un lenguaje casi poético, en ella incluimos a Miró, Tanguy, Matta.



domingo, 8 de mayo de 2011

LA FUENTE (MARCEL DUCHAMP)


Esta obra se titula “Fuente” y pertenece al autor vanguardista Marcel Duchamp y la englobamos dentro del Dadaísmo. Podemos observar una escultura de bulto redondo o exenta.

Marcel Duchamp compró este urinario en 1917. Lo llevó a su estudio, giró el objeto y lo firmó como R.Mutt. De esta manera había conseguido darle un sentido distinto, convirtiéndolo en un objeto artístico. El original de la obra se perdió, y a mediados del s.XX, Duchamp realizó varias versiones más que actualmente se encuentran repartidas en varios museos. Con esta actitud provocadora Marcel Duchamp quiso mostrar su desilusión ante las formas tradicionales del arte, pintura y escultura, como medios de expresión, y su rechazo ante la idea de que el arte y el artista tienen una "naturaleza especial" distinta a la de los hombres y objetos ordinarios. Su objetivo era enviar a la exposición un producto comercial fabricado en serie y firmado por un "artista" inexistente. Duchamp y los dadaístas buscaron demoler las barreras entre el arte y la vida, declarando que cualquiera podía ser un artista y cualquier cosa podía convertirse en una obra de arte.

El estilo dadá consiste en elevar a arte objetos ajenos al arte, estas obras son llamadas ready-mades. Esta práctica fue inventada con la intención de crear el "antiarte", rebelándose así en contra de las formas artísticas tradicionales. La “Fuente” fue la primera obra conceptual de la historia.

En el primer dadá (surgido en Zurich en 1915 y con vida hasta 1919) participaron intelectuales de diversa extracción: poetas, críticos, pintores, los cuales se encontraron unidos por el rechazo de todo valor y modelo procedente de la cultura tradicional.Tristán Tzara es su creador, Dadá no significa nada, son los primeros balbuceos de un bebé que comienza a hablar. El horror y la amargura que provoca la Gran Guerra echaron por tierra el optimismo y la confianza en el progreso que habían caracterizado, por lo general, la cultura europea desde la Revolución industrial. Aparecen manifestaciones y posturas de radical rechazo a esa “razón” que habían conducido a la humanidad a la “sinrazón de la guerra”, de ahí la apelación al absurdo ( Dadá) el descubrimiento de lo irracional, del sueño o del subconsciente (surrealismo) como rechazo a la coherencia y a la lógica de lo cotidiano.

La Fuente es presentada como escultura a la exposición de la Sociedad de Artistas Independientes de Nueva York y que llevaba la firma de R. Mutt de Filadelfia. El comité, escandalizado, la rechazó, pero con el tiempo se ha convertido en una pieza emblemática del Dadá neoyorquino y del arte del siglo XX.

jueves, 5 de mayo de 2011

CASA DE LA CASCADA O CASA KAUFMANN-INTERIOR (FRANK LLOYD WRIGHT)

CASA DE LA CASCADA O CASA KAUFMANN-INTERIOR (FRANK LLOYD WRIGHT)

CASA DE LA CASCADA O CASA KAUFMANN-INTERIOR (FRANK LLOYD WRIGHT)

CASA DE LA CASCADA O CASA KAUFMANN (FRANK LLOYD WRIGHT)

CASA DE LA CASCADA O CASA KAUFMANN (FRANK LLOYD WRIGHT)

CASA DE LA CASCADA O CASA KAUFMANN (FRANK LLOYD WRIGHT)

CASA DE LA CASCADA O CASA KAUFMANN (FRANK LLOYD WRIGHT)

La "Casa de la Cascada o Casa Kaufmann" fue diseñada entre 1934-1935 y construida durante 1936-1937 en Pennsylvania por Frank Lloyd Wright, fue la casa de campo para Edgar Kaufmann en Bear Run, Pensilvania (EE.UU)

Fallingwater ("Casa de la Cascada") sigue los principios de "arquitectura orgánica" enfatizados por Wright en su escuela y estudio Taliesin. Básicamente consiste en integrar en una unidad los factores ambientales del lugar, uso y función, materiales nativos, el proceso de construcción y el ser humano.

Cuando Edgar Kaufmann anunció su visita a Taliesin, Wright se sentó y dibujo el primer boceto de la casa y los planos se desarrollaron en pocas horas. Wright le comentó a Kaufmann "...diseñada para la música de la cascada...para quien le gusta oírla". Hoy en día el sonido de la cascada se percibe desde cualquier lugar de la casa.

El terreno en el que se ubica la casa tiene abundancia de rocas a nivel del suelo, las cuales sirvieron de cimentación del edificio. La zona tiene un relieve ligeramente accidentado, un bosque de árboles caducifolios que se mantiene prácticamente virgen ya que solo un camino peatonal conduce a la casa, y el arroyo del Oso, en el cual está la cascada de la casa. Del terreno del lugar se extrajeron rocas que conforman mamposterías de la parte baja de las fachadas del edificio, colocadas en ese lugar para crear una progresión desde la roca natural del suelo hasta el hormigón de las partes altas. El resto de las fachadas es de color crema, color contrastante con el entorno verde o marrón. Otro elemento contrastante de la casa son las formas ortogonales que tienen los voladizos y las paredes.

El edificio guarda una relación con el entorno que llega a ser de respeto o adaptación al medio. Así, los cimientos de la casa son las rocas del lugar, y algunas de ellas sobrepasan el ancho forjado de la primera planta asomándose junto a la chimenea. Gran parte de la casa está en voladizo, situado encima del arroyo. Los ingenieros de Wright no confiaron en que esa estructura fuese a aguantar y aconsejaron a Wright que rectificara. El orgullo de este arquitecto le permitió ceder poniendo únicamente unas piezas metálicas que sostienen al voladizo, el cual aun sigue en pie después de sufrir los efectos de un tornado.

La casa, de dos plantas, se extiende horizontalmente con prominentes voladizos y terrazas, sin embargo hay un núcleo que crece verticalmente, en el que está la chimenea. Tiene unas ventanas que se extienden verticalmente y que pasan de una planta a otra, mostrando así los forjados. Éste núcleo vertical es el “corazón” de la Casa de la Cascada. En la cara norte de la casa, la opuesta a la que “vuela” sobre el arroyo, hay una serie de pérgolas a modo de toldo que transcurren desde la pared exterior hasta un talud de piedra que se eleva sobre el camino que conduce a la entrada. A este sitio se le conoce como el “bosque de la casa”. Dos pérgolas describen un arco que esquiva el tronco de dos árboles. Este recurso lo usó Wright para dejar claro el respeto a la naturaleza con el que está diseñada la casa. Las sombras que proyectan las pérgolas se asemejan a las de los troncos, efecto que hace que la sombra de la casa se difumine en las de los árboles. En el suelo de la terraza del despacho del señor Kaufmann se dejó dos huecos para que fuera traspasada por dos árboles. Éstos se murieron durante la construcción de la vivienda y no se llevaron a cabo dichas aberturas.


En la segunda planta hay dos dormitorios, dos cuartos de baño y el despacho del señor Kaufmann, así como tres terrazas y las escaleras que conducen al mirador de la tercera planta. Según se accede a esta planta se entra en un pequeño pasillo que distribuye las dependencias. El dormitorio del hijo Kaufmann está sobre el “rincón de la música” de la primera planta, el cual tiene un pequeño cuarto de baño. Al este de este dormitorio está la terraza individual del hijo, en la que hay una escalera exterior que baja a la primera planta. Sobre la zona de sillones de la sala de estar está el dormitorio del matrimonio, el cual cuenta con un pequeño cuarto de baño y una extensa terraza que se extiende en voladizo en dirección sur. En la parte oeste de la segunda planta está el despacho del señor Kaufmann. En esta habitación hay una cama y una escalera que conduce al mirador que hay sobre la segunda planta. La chimenea asoma tanto en el dormitorio del matrimonio como en el despacho. En esta última habitación está la ventana acristalada corrida que se prolonga hasta la cocina. En la pared oeste del estudio hay una puerta que lleva a la terraza del mismo, en la que originariamente había dos árboles que atravesaban el forjado.


PABELLÓN DE ALEMANIA- EXPOSICIÓN UNIVERSAL BARCELONA 1929- INTERIOR (MIES VAN DER ROHE)

miércoles, 4 de mayo de 2011

PABELLÓN DE ALEMANIA -EXPOSICIÓN UNIVERSAL BARCELONA 1929-MONTAJE (MIES VAN DER ROHE)

PABELLÓN DE ALEMANIA-EXPOSICIÓN DE BARCELONA 1929 (MIES VAN DER ROHE)

El Pabellón de Alemania para la Exposición Universal celebrada en Barcelona en 1929, su constructor fue Mies Van der Rohe dentro del Racionalismo de principios del S.XX, el artista fue director de la Bauhaus en su última etapa.

Es un edificio donde Van der Rohe separó por primera vez los elementos sustentantes de los encargados de definir espacios, ofreciendo de esta manera la posibilidad de una configuración de planta variable. La cubierta se apoya en ocho pilares de acero, que ya no son paredes con función sustentante sino elementos intercalados. Así, vemos que el edificio está compuesto por dos sistemas completamente separados.

El edificio estaba construido sobre un podium cubierto de travertino, sobre el que además del edificio había dos estanques. El acceso se producía a través de una pequeña escalera tangencial al podium. La estructura poseía ocho pilares de acero con sección en forma de cruz que sostenían una cubierta plana. Completaban la obra unas paredes interiores, exentas de la estructura, hechas de grandes piezas de mármol, así como grandes cerramientos acristalados. La impresión total es la de un espacio lujoso creado mediante planos perpendiculares en las tres dimensiones. Complementaban la obra una escultura de Georg Kolbe: Der Morgen («La Mañana»), un escaso mobiliario formado por sillas, con un diseño del propio arquitecto llamado” Silla Barcelona”, (que son un hito importante en la historia del diseño de mobiliario del siglo XX), una cortina roja y una alfombra negra, que combinados con el color amarillento del mármol ónice de la pared, imitaban los colores de la bandera alemán

Entre el mármol pulido, los pilares cromados, el vidrio y el agua de la piscina situada en el exterior se extiende un amplio espectro de reflexiones y superposiciones, mientras que cada movimiento nos ofrece una visión distinta del cielo y el paisaje que alberga el pabellón alemán. Se trata de un espacio abierto y que fluye en todas direcciones, de manera que oscila de forma magistral entre la figuración y la disolución.

El pabellón fue derribado en 1930, vendiéndose aquellas partes recuperables y derribándose. En 1983, el Ayuntamiento de Barcelona creó la Fundación Mies Van der Rohe dedicada a la reconstrucción y posterior explotación de una réplica del pabellón alemán.

UNIDAD DE HABITACIÓN-CALLE INTERIOR (LE CORBUSIER)

UNIDAD DE HABITACIÓN-TERRAZA (LE CORBUSIER)

UNIDAD DE HABITACIÓN (LE CORBUSIER)

UNIDAD DE HABITACIÓN (LE CORBUSIER)

La diapositiva que voy a comentar se trata de La unidad de habitación de Le Corbusier, construida entre 1946 y 1952 en Marsella (Francia). Clasificada dentro de la arquitectura funcional o racionalista propagada desde la Bauhaus.

Charles Edouard Jeanneret, Le Corbusier, fue el Picasso de la arquitectura y la principal figura mundial de la arquitectura moderna. Esta Unité es una de sus obras más complejas y ricas de significados, en donde podemos ver gran parte de sus dos grandes periodos artísticos, así como sus ideas sobre el urbanismo y la ciudad.

Encargada por el gobierno francés como viviendas sociales tras las destrucciones de la II Guerra Mundial, Le Corbusier intenta crear en ella una verdadera ciudad autosuficiente que concentrara en vertical la población para poder planificar el espacio próximo para grandes vías de circulación y zonas verdes, separando las funciones urbanas para dar más importancia tanto a la movilidad como a la luz natural para las zonas de residencia.

El edificio proyectado para 1,600 habitantes 58 apartamentos por piso, con galerías comerciales en sus corredores interiores. Con su sistema de viviendas colectivas, Le Corbusier se opone a la desurbanización o, como él le decía, a la "manía de las casas unifamiliares". En lugar de ello, abogó por rascacielos como unidades de arquitectura urbana integradas que debían cumplir una función exactamente establecida y ocupar un lugar determinado de antemano. Si pudieran ajustarse con exactitud todos los servicios de la comunidad, se cumpliría a la vez el sueño de la ciudad-jardín, ya que a los pies de cada rascacielos quedaría el suficiente espacio para una amplia zona verde. En el interior del edificio, los 337 apartamentos se cruzan entre sí en el enorme entramado de de hormigón armado. A media altura, una zona comercial de dos plantas se extiende a lo largo de los 135m del edificio, en el que había además salas de actos, un restaurante, un lavadero y otros servicios de suministro y para la comunidad. En la cubierta de la Unité (azotea-jardín) se encuentran varias instalaciones deportivas, así como una guardería infantil y lugares de estar y ocio. La sección transversal muestra como dos apartamentos con galerías están entrelazados de tal forma que hay un pasillo central de acceso cada tres niveles, optimizando el espacio de circulación.

Las ventanas apaisadas y corridas proveen una máxima luminosidad, reservando la intimidad. La terraza-jardín: los nuevos sistemas de cubrición permiten prescindir de los tejados clásicos para crear la terraza plana verdaderamente ejemplar. El conjunto se asienta en un único bloque levantado sobre pilares exentos (los “pilotes”), lo que permite liberar todo el suelo para jardines y espacios de ocio, siendo su estructura de hormigón armado y semejante a una estantería. Sobre estos pilotes, el edificio fue concebido de manera que permita una gran permeabilidad a nivel del suelo, con el nivel de la tierra funcionando como espacio de comunicación entre el exterior y el interior, con acceso a las comunicaciones verticales.

A todo esto se añade la utilización del hormigón armado en crudo, sin tratamiento ni pintura. Por una parte es sumamente interesante el propio uso del material, que como ya he comentado, no se encubre ni pinta. Sus colores grisáceos, sus texturas, su pasividad dan una fuerte expresión a la obra y anuncian lo que el propio Le Corbusier denominará como brutalismo.

Sin embargo, la Unité va algo más allá del puro funcionalismo de la primera época de Le Corbusier, y ya está anunciando lo que será su obra madura.

De la misma manera tanto la colocación de vanos, como sus profundos balcones que juegan con el sol y la sombra (le brise-soleil) y sobre todo alguna de las estructuras de su terraza que la convierte en un verdadero paseo arquitectónico, juegan con formas masivas, elípticas, curvilíneas y en revolución que hacen recordar mucho a Gaudí.

Sus imitaciones han sido incontables en las grandes ciudades, aunque muy a menudo superficiales, como la del barrio de la Concepción en Madrid, verdadero ejemplo de antiurbanismo que habría escandalizado a Le Corbusier.