viernes, 4 de marzo de 2011

SAN JERÓNIMO (SALZILLO)

Esta escultura es la imagen de San Jerónimo realizada por Salzillo, en su última etapa y dentro del Barroco español, siglo XVIII.

La obra es escultura exenta, ocupaba el altar de la iglesia del monasterio de los Jerónimos, por lo que se vería en alto. Su temática es religiosa, representa al santo en el retiro del desierto. Está realizada en madera policromada y el enlienzado, técnica mixta empleada en otras figuras por Salzillo. Las partes del cuerpo que no están cubiertas se tallan en madera con la carnación propia de estas imágenes religiosas; el paño es un lienzo tratado y endurecido, doblado y plegado para ser policromado como corresponde.

Representa a San Jerónimo de penitencia en el desierto. Capta justo el momento de éxtasis espiritual del santo frente al crucifijo. Esto es una característica del Barroco, captar el momento exacto de la acción, en este caso el rezo y martirio de San Jerónimo. El santo aparece con un crucifijo en la mano izquierda, una cruz de maderos cilíndricos, al que mira fijamente, y en la mano derecha porta una piedra con la que se golpea el pecho para castigarse. Se nota esto en el pecho de San Jerónimo en el que se aprecia el color morado que le provoca golpearse. En su cuerpo se aprecia la delgadez ­que le provoca el no comer y apenas beber algo y las duras condiciones que tiene que soportar en el desierto. Esta situación que le acerca a la muerte se representa con la calavera que aparece junto a él, simboliza lo efímero de la vida. El sombrero rojo de la parte inferior nos muestra la categoría social acomodada del santo y el león es símbolo de fidelidad ya que le acompañó durante toda la etapa que pasó en el desierto.

Su expresión de la cara refleja sufrimiento por las arrugas en el entrecejo y su boca abierta muestra que está rezando. Su anatomía es aviejada por la vida ascética del santo.

En la parte inferior se aprecia la Biblia, está pintado la firma y fecha de la factura. Los ropajes son angulosos para provocar efectos de claroscuro. La escultura nos muestra movimiento con las líneas diagonales y el escorzo.

Su pelo y la barba presentan la técnica del trepanado. El plegado de los ropajes contribuye a acentuar la sensación de movimiento. El color predominante es el pastel, los tonos carne.

Por estar hecha en madera ha tenido que ser cuidada especialmente y restaurada por problemas con las termitas.

San Jerónimo fue obra encargada por el canónigo Marín y Lamas para el monasterio de los Jerónimos de La Ñora, Murcia.

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