La diapositiva a comentar corresponde a Las Meninas o La familia de Felipe IV. Se encuentra en el museo del Prado, en Madrid. Su autor es el genial Diego Velázquez. Se trata de una pintura retrato, en óleo sobre lienzo.
En la estancia donde se realiza el retrato se encuentran, además del pintor, los retratados son la infanta Margarita acompañada de dos de sus meninas y de otros personajes y su perro, al fondo, accediendo a la sala aparece la figura del aposentador de la Corte José Nieto (algunos especialistas no tienen claro si entra o sale, simplemente posa en el quicio de la puerta), y a su izquierda se ve un espejo en el que se refleja el busto de los reyes Dña. Mariana de Austria y Felipe IV. Todas las figuras están hechas casi a tamaño natural.
Velázquez consiguió reflejar una escena de movimiento paralizado, tal y como se refleja en las miradas y las actitudes de los retratados. Casi todos los personajes que hay en la habitación miran a los reyes. El espectador se sitúa precisamente en el lugar que teóricamente ocupa la pareja real.
La profundidad se consigue gracias al uso de distintas líneas. En una primera, los personajes se disponen en dos grupos de tres figuras cada una: la infanta con sus dos meninas y los dos enanos con el perro.
En la siguiente línea se encuentra Velázquez, que aparece con la paleta en la mano. En un nivel más alejado están la camarera mayor de la infanta y un guardadamas. Más al fondo se encuentran el aposentador de la Corte y el espejo en el que se reflejan los reyes, Felipe IV y Mariana de Austria.
La figura del aposentador es el punto de fuga.
Además de la perspectiva lineal, Velázquez utiliza otro método para dar sensación de profundidad al cuadro y sumergir a las figuras en su atmósfera. El método que emplea es conocido como perspectiva aérea, que consiste en difuminar los contornos de las figuras según se alejan de la posición del espectador, intenta captar la atmósfera que envuelve a los personajes, atmósfera que envuelve y da volumen a cada figura. Esta técnica se aprecia en los rostros de los personajes y en el ambiente de la sala.
La luz que entra por los ventanales de la derecha iluminan la estancia, aunque otro foco de luz importante es la puerta abierta donde se sitúa el aposentador, incide sobre los rostros, mientras que el resto de la estancia queda más oscura. De esta manera, Velázquez juega con el claroscuro.
La composición es una novedad, una genialidad, supone un cuadro dentro del cuadro, una captación de del espacio que queda fuera y que entra en el lienzo a través del espejo y de la mirada del pintor y los visitantes que llegan de forma inesperada a la sesión de posado de los reyes.
En el s. XVII se denominaba con el nombre de
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