ALMUERZO CAMPESTRE O DESAYUNO SOBRE LA HIERBA (MANET)

La obra que nos ocupa es un óleo realizado sobre lienzo titulada “Desayuno sobre la hierba” de Edouard Manet. Encuadrado en el movimiento impresionista que surge en Francia en la segunda mitad del s. XIX.

Representa una comida en un bosque, probablemente cerca de Argenteuil, por donde discurre el Sena. En un primer plano podemos observar a dos hombres vestidos de dandis, conversando animadamente al lado de una mujer completamente desnuda que dirige su mirada hacia el espectador. Está sentada sobre un paño azul, probablemente parte de la ropa que se ha quitado. Por debajo de ella tenemos el resto de la ropa, un sombrero, una cesta con frutas, pan ... a modo de pequeño bodegón. Al fondo del cuadro observamos a otra mujer, en ropa interior, metida hasta las rodillas en el agua del río y disfrutando de un placentero baño; a su izquierda encontramos una barca, que no guarda en absoluto proporción con respecto a ella, recurso que usa el artista para reivindicar su total libertad. Los protagonistas están completamente rodeados por árboles y vegetación. Para el tema de esta obra, nuestro artista se inspira en el “Concierto campestre” de Tiziano, entonces atribuido a Giorgione; mientras que, para la composición tomará como referente “El Juicio de Paris” de Rafael, grabado por Marcantonio Raimondi.

A un nivel técnico esta obra es absolutamente innovadora: resulta sorprendente el contraste entre los negros trajes masculinos y la clara desnudez de la modelo, remarcado por la falta de tonalidades intermedias. Utiliza el negro como color, algo inusual en su tiempo. El cuadro en apariencia carece de perspectiva y de profundidad, el fuerte foco de luz incide directamente sobre el grupo, sin apenas crear sombras, apreciándose aquí la influencia de la estampa japonesa. Existen contrastes abruptos entre luz y sombra. Para captar la realidad y su fugacidad, se hizo inevitable la utilización de una pincelada rápida y empastada. Al fondo recurre al abocetado, alternando zonas de manchas, seguidas de zonas con pincelada marcada e incluso zonas en que parece que el cuadro no esté acabado; quizá para dar sensación de aire y profundidad al estilo de Velázquez. Se cree que para la mujer desnuda posaron Victorine Meurend,una de las modelos favoritas del artista, para la cara, y su mujer Suzanne Lenehoff para el cuerpo; mientras que los modelos masculinos serían el hermano de Manet, Gustave Manet y su cuñado Ferdinand Lennhoff.

Manet fue incluido dentro del grupo de artistas impresionista debido a la gran amistad que le unía a ellos, sin embargo no cumplía con las premisas marcadas por este grupo artístico. Esta obra fue un escándalo por su temática, no había excusa o explicación de la presentación de la mujer desnuda junto a hombres impecablemente vestidos en una jornada campestre, se consideró gratuito la presentación de la desnudez femenina, una provocación que escandalizó al público.