“Impresión, sol naciente” es un cuadro del pintor francés Claude Monet, que dio su nombre al movimiento impresionista, segunda mitad del s. XIX.
Su motivo es el puerto de Le Havre en Francia, usando muy pocos toques de pincel que sugieren en vez de delinear, pincelada suelta, evidente, de trazo largo. Monet pintó el sol casi con la misma luminosidad del cielo, una condición que sugiere humedad alta y atenuación atmosférica de la luz. Este detalle descansa sobre el uso de colores complementarios y variedad de temperaturas de color, en lugar de cambios de intensidad o valores contrastantes, para diferenciar el sol del cielo circundante. Se refleja las dos barcas que se deslizan en el mar y al fondo la silueta de las fábricas e instalaciones portuarias, el sol saliente que se refleja en el agua, un sol rojo; el autor pretende recoger la atmósfera, lo que rodea a la escena, siendo secundario la temática que se plasma.
Se exhibió en 1874 durante la primera exposición independiente de los impresionistas, todavía no conocidos por ese nombre. El crítico Louis Leroy, inspirado por el título del cuadro, tituló su hostil crítica en el periódico Le Charivari, "Exhibición de los impresionistas", dando nombre inadvertidamente al movimiento. La pintura fue robada del museo Marmottan-Monet en 1985 y recuperada en 1990. Desde 1991 ha estado de nuevo en exhibición.
Este nuevo movimiento artístico de fin de siglo decimonónico presenta unas características que siguen y desarrollan los artistas adheridos a él:
- Preocupación por el efecto cambiante de la luz sobre la superficie de los objetos de la naturaleza, sobre todo, en movimiento (agua). Estudio de los efectos de la luz sobre los objetos de un modo científico.
- Representación de las sombras con multitud de matices de color que incluyen los complementarios del objeto que la proyecta.
- Análisis del color de la naturaleza bajo la luz cambiante.
- Estudio de la composición de los colores.
- Pincelada fragmentada y yuxtaposición de colores puros que se mezclan en la retina del espectador.
- Subjetividad del artista y del espectador que es quien mezcla las pinceladas en la retina.
- Se mantienen las convenciones de espacio y volumen.
- Temas de la vida cotidiana pintados al natural en un instante.
Como seguidores tenemos a Monet, el más fiel seguidor de este movimiento, conocidas son las representaciones de la catedral de Rouen a lo largo de diferentes horas del día, Manet con Almuerzo en la hierba, Renoir, Degas, Morisot entre los más reconocidos. En España Sorolla destaca por sus escenas costumbristas y sus escenas a orillas del Mediterráneo.
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