lunes, 28 de marzo de 2011

GUERNICA (PICASSO)


La obra a comentar es el Guernica de Pablo Picasso realizada en óleo sobre lienzo. Está encuadrada en el Cubismo, una de las vanguardias de principios del s. XX

El Guernica, es símbolo de la rebelión, del grito de indignación ante los horrores del fascismo, específicamente cuando los aviones de Hitler y Mussolini bombardearon la ciudad de Guernica el 26 de abril de 1937, durante la Guerra Civil española. Los símbolos que se muestran en el cuadro son: El toro, la “ausencia” de color, madre e hijo, el guerrero muerto y descuartizado, Referencia de Goya, la paloma, la bombilla, el caballo muerto por una lanza, la mujer del quinqué, el simbolismo de la flor, crucifixión moderna y los rostros cubistas.

La tauromaquia es un tema recurrente en la obra de Picasso. Simboliza la brutalidad y la oscuridad. En obras anteriores, el toro aparece representado como símbolo de la fuerza noble y justicia. La austeridad cromática conviene al tema del cuadro. La primera imagen que Picasso recibió del bombardeo le llego por los periódicos franceses, lo cual propicia la teoría de que fue la interiorización del horror lo que hizo que Picasso reflejara la tragedia en negros entintados y un blanco sepulcral. Un niño muerto en brazos de su madre. De las complejas imágenes cubistas del cuadro, ésta es una de las que se interpretan al instante: la lengua de la mujer, semejante a un puñal o un fragmento de cristal, representa su pavoroso grito de madre. Estas lenguas como cuchillos, expresión de un enorme desgarro, se encuentran también en el caballo y en el toro.

El guerrero muerto y descuartizado, en una mano sostiene una espada y en otra una flor, símbolo de esperanza y muerte. En la otra, lleva una estrella de 5 puntas, por tanto, es un soldado que muere por sus ideales. Referencia de Goya: La figura de la derecha alza los brazos como si quisiera impedir la caída de las bombas vomitadas desde las alturas, mientras se quema en el fuego, expresando su dolor. La postura recuerda a la del personaje central de “Los fusilamientos del 3 de mayo” de Goya. Efectivamente cabe establecer un paralelismo entre los acontecimientos que motivaron ambos cuadros: en los casos se trataba de una brutalidad salvaje descargada sobre inocentes. La paloma: Simboliza la paz rota. La bombilla: Algunos piensan que representa los bombardeos. El caballo muerto por una lanza: Su lengua en punta y su posición, desbocada, transmiten gran dolor y dramatismo.

La mujer del quinqué: Podría ser una alegoría de la República, que intenta alumbrar, pero que está aturdida y desconsolada por lo que está sucediendo. Para otros, es la humanidad. El simbolismo de la flor: En el Guernica se puede hacer algo más que ver un cuadro. Toda la obra es un gran grito suspendido. Es posible oír el relincho del caballo, el alarido impregnante de una mujer que mira el cielo, el bramido feroz del toro, el terrible gemido de madre y el llanto de las mujeres que miran al caballo, y al fondo, el crepitar de las llamas. En medio de ese atroz estruendo, el silencio de la flor que brota junto a la espada del guerrero un tenue hilo de esperanza.

Crucifixión moderna: La figura de la madre con el niño muerto, que compone una suerte de Piedad, y las mujeres que contemplan al caballo herido con miedo y lástima apuntan ciertas similitudes con la iconografía tradicional de la crucifixión y el descendimiento. Picasso se había inspirado en “El altar de Isenheim”, de Grunewald, para pintar su Crucifixión (1930). Aquí busca quizás una imagen moderna y laica que exprese el sufrimiento del hombre sin alusión expresa al simbolismo cristiano. Rostros cubistas: Todas las caras obedecen al estilo cubista, que solapa las distinciones entre perfiles y frontales, y permite al artista reagrupar los rasgos a su antojo. La angustia reflejada en el rostro en el rostro de la mujer que sostiene al niño muerto resulta especialmente conmovedora, tal vez por el contraste de estilo entre la cara de la madre y una representación más convencional de la criatura.

Entre mayo y principios de junio de 1937, Picasso realizó 45 croquis. Los elementos principales aparecen ya en los primeros bocetos: el toro, la portadora de luz y el caballo.

Picasso expresa en este lienzo un drama universal: el de la guerra, la violencia ciega, los niños muertos, las madres desconsoladas. Para decir esto utiliza su universo personal y recupera las figuras de las corridas de toros -caballo y toro-, símbolo de brutalidad y obscuridad. La tonalidad general de los colores es la del luto: Picasso limitó deliberadamente su paleta al negro, el blanco y el gris. Las formas son planas y simples, como en un cartel, a fin de que resulten más impactantes.

La pintura está dispuesta a modo de friso de templo griego, y su estructura compositiva sigue el típico encuadramiento triangular. La primera línea de fuerza en torno de la que se organiza la tensión del grupo de figuras es una poderosa diagonal que empuja la mirada del espectador de derecha a izquierda.

A despecho de su carácter violentamente expresionista y polémico, atestigua la búsqueda tenaz de un sistema de signos plásticos capaz de expresar en una imagen única muchos aspectos de un mismo rostro o de un objeto.

El Guernica, el cuadro símbolo del horror de la guerra civil española y el bombardeo del 26 de Abril de 1937 que destruye la ciudad vasca de Guernica, responde a los modos intelectuales de los cubistas, a la simbología del surrealismo y a las deformaciones expresionistas.

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