viernes, 14 de enero de 2011

AUGUSTO DE PRIMA PORTA



La estatua que vamos a comentar recibe el nombre de Augusto de Prima Porta por el lugar donde fue hallada a mediados del siglo XIX. Esta obra de bulto redondo realizada en mármol se trata de una copia realizada tras la muerte de Augusto de un retrato original en bronce. Esta copia fue hallada en la Villa de Prima Porta a las afueras de Roma, donde residió Livia, la viuda del emperador.

El Augusto de Prima Porta se inspira claramente en el Doríforo de Policleto como se puede observar tanto en las proporciones de la escultura como en la posición que adopta al apoyar el peso del cuerpo sobre la pierna derecha mientras dobla y retrae la izquierda (contrapposto). De unos dos metros de alto, está realizada en mármol y se cree que es una copia o un duplicado de un original perdido que debió fundirse en bronce cuando ya el emperador había fallecido. Nos muestra a Octavio como thorachatus, es decir como un jefe militar que porta una coraza. Las escasas muestras de pintura que aún conserva la estatua han permitido suponer que, originariamente, se encontraba completamente policromada.

Nos muestra a Augusto en el momento de dirigir a una arenga a las tropas puesto que mira al frente y extiende su brazo dirigiéndose a su ejército. Es evidente el atuendo militar, aunque observamos también la presencia del manto consular, recogido en amplios pliegues en torno a la cintura del personaje con la mano izquierda sostiene el bastón consular. Completan la escultura, contribuyendo a darle estabilidad, sendas imágenes de un delfín y un pequeño Cupido, alusiones a la inmortalidad que se presupone alcanzará el pacificador del Imperio.

No puede negarse que el autor de la estatua original fuese romano, porque evidencia en la obra su interés por mostrar un verdadero retrato del personaje, los rasgos de Augusto como su típico flequillo o la disposición general de su rostro, están aquí claramente definidos. Sin embargo, el escultor trabajaba dentro de los cánones helenísticos con cierta idealización del rostro (no hay un retrato fiel sino que ha sido retocado y favorecido ya que se inmortaliza la imagen de un semidios)

El Augusto de Prima Porta ciertos elementos de idealización, tales como el hecho de presentar al emperador descalzo (al modo de los héroes griegos) o la presencia de Cupido, vemos aquí a un emperador romano, a un jefe militar, pero también a un personaje inmortal.

Por otra parte, detengámonos en los relieves de la coraza imperial. Todos ellos aluden precisamente a las glorias que el gobierno de Augusto ha deparado a Roma: el triunfo de sus legiones y la Pax romana, donde, bajo la representación de la bóveda celeste aparece Tiberio, hijo de Livia e hijastro y sucesor de Augusto, recibiendo de los partos las águilas e insignias arrebatadas a las legiones romanas al mando de Craso. Así mismo, a ambos lados aparecen representadas las alegorías de las dos provincias incorporadas recientemente al Imperio como eran la hispania (a la izquierda) y la Galia(a la derecha). En la parte inferior se observa a la Madre Tierra con Rómulo y Remo y el cuerno de la Abundancia, escoltados por Apolo y Diana. Así mismo bajo los pies de Augusto aparece una representación de Cupido cabalgando a lomos del delfín (alegoría de Venus).

En definitiva, tenemos en este Augusto de Prima Porta una excelente muestra del tipo de obras que producían los escultores romanos dedicados a exaltar las glorias de su emperador.

Conclusión: Con esta Obra se inician los retratos imperiales como elementos de difusión de la imagen del emperador, tiene finalidad de propaganda política.

María José Alcaraz García, 2º A, Bch

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