viernes, 4 de marzo de 2011

ÉXTASIS DE SANTA TERESA (BERNINI)

Fechada entre 1645-1652. Se encuentra en la Capilla Cornaro, Iglesia de Santa Maria della Vittoria, Roma. Catalogada dentro del barroco italiano

Quizá esta sea la obra más representativa y emblemática de Bernini.

El cardenal Cornaro, le encargó remodelar el brazo izquierdo del crucero de la iglesia carmelita de Santa María della Vittoria a fin de convertirlo en su capilla funeraria. Aquí preparó un auténtico teatro para enseñar al mundo la irrefutable muestra de la santidad de Teresa (canonizada en el año 1622) y al tiempo para el lucimiento de su arte, que había sido tan injustamente tratado.

Santa Teresa aparece entre nubes, levitando, en éxtasis, se quiere representar lo celestial, los rayos están al fondo, nos presentan la luz divina. Los rayos son de bronce, hacen un contraste típico de Bernini cuando mezcla el bronce y el mármol.

La Santa está viviendo las más opuestas sensaciones de placer y dolor que se reflejan en su rostro y en las tortuosas líneas de plegados en que se resuelve su hábito. El ángel, por el contrario, define claramente una sonrisa de triunfo mientras cubre el pecho del que acaba de extraer el dardo.

Representa a Santa Teresa que fue mística y en uno de esos éxtasis se levantaba del suelo. Es justo el momento de recibir la llamada del Dardo. Es un tema simbólico. Es como si asistiéramos a la representación de un milagro o como si ambos flotasen, Santa Teresa deja caer inerme la mano, el pie y vuelve el rostro evadido de la realidad. Se representa la Gloria celestial y al mismo tiempo, la eterna gloria del arte que el autor nos muestra. La iconografía de Santa Teresa es de origen español, apareciendo representada aquí en el momento en que se siente atravesada por el dardo del amor divino, que porta un joven ángel. Se suelen hacer lecturas con relación entre el éxtasis místico y el acto o placer físico, el dardo en este caso simbolizaría el miembro viril. Existe contraste entre la cara de tranquilidad del ángel y ella en puro éxtasis.

El color de los mármoles, las pinturas y el dorado de los metales acentúan la riqueza cromática, se observa en la escena. Así como en toda la capilla que usa mármoles de colores. Los pliegues de la ropa producen una plasticidad a base de luces y sombras que se combina con la iluminación celestial realizada en bronce dorado. El sentido de teatralidad hace que las esculturas se conciban dentro de un marco. Se desarrolla el gusto del desnudo en la figura del ángel que aparece semidesnudo en comparación con los grandes ropajes de la santa.

La escultura barroca está llena de movimiento. Las figuras tienen movimientos exagerados y a veces tremendos. El movimiento de los ropajes abultados que se hinchan, pliegues muy gruesos, las telas se arremolinan por el arrebato interno de las figuras. Se intenta dar la sensación de textura diferente.En esta escultura habría que destacar la gran capacidad para conseguir las diferentes texturas en los ropajes contrastadas con la de la piel. La textura angulosa y variada de la toga de la monja, la mórbida del cuerpo del ángel, la esponjosa de las nubes..., buscando así recrear sensaciones pictóricas.

No hay que olvidar la escenografía y teatralidad que envuelve la escena: a los lados de la escena de la levitación se sitúan dos balcones con la familia Cornaro que asiste al instante que tiene lugar el acontecimiento.

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