viernes, 4 de febrero de 2011

LA CREACIÓN DE ADÁN (MIGUEL ÁNGEL)


El Papa Julio II, encargó al artista Miguel Ángel que pintase la bóveda de la Capilla Sixtina del Vaticano. Dicha capilla se construyó en el último cuarto del siglo XV, y estaba decorada en su parte inferior por una serie de pinturas al fresco realizadas por artistas como Botticelli.

La bóveda presentaba una dificultad añadida que era la presencia de lunetos. Miguel Ángel trazó unos marcos arquitectónicos inexistentes, dividiendo la bóveda por diez arcos fajones fingidos en nueve sectores transversales. A través de falsas cornisas pintadas aparecen tres registros, en el inferior, los lunetos, en la central, aparecen los triángulos, las pechinas y los Tronos (con siete Profetas y cinco Sibilas). En la zona central de la bóveda se encuentran las escenas bíblicas, del Antiguo Testamento desde la creación del mundo hasta el último profeta, siendo la central la Creación de Adán.

La imagen que vamos a comentar es la “Creación de Adán” realiza con la técnica del fresco y enclavada en el periodo del Cinquecento renacentista. En esta escena Dios le da la vida con solo rozar a Adán con sus dedos, Adán presenta una imagen relajada y tranquila, se encuentra en el Paraíso, un lugar idílico mientras que el Dios “Todopoderoso” está acompañado por la Corte Celestial que lo sostiene, está suspendido en el espacio. Su rostro presenta una dureza, una fuerte mirada que se traduce en la “terribilita miguelangelesca”, uno de los componentes de la Corte Celestial sostiene a Dios, y en él se puede apreciar un escorzo violento, el resto de los ángeles también se aprecia unas caras de esfuerzo.

La grandiosa representación la realiza con un dibujo firme logrado a partir de aplicaciones de tonos claros y oscuros que crean un gran efecto plástico. El dibujo diseña además los volúmenes perfectamente delimitados. Las líneas compositivas son diagonales dando a la escena un gran dinamismo. La gama de colores fríos, vivos y luminosos, predominando el verde y el azul. Hay una perfecta captación tridimensional que logra con complicados puntos de fuga y con unos perfectísimos escorzos nunca antes realizados en la historia de la pintura. Es una pintura al fresco.

En el gigantesco Adán, Miguel Ángel nos representa una gran escultura, fuerte, musculoso, bello, que encarna la grandeza de Dios, que es obra del Creador. La inspiración de Miguel Ángel es la Biblia sobre todo.

Miguel ángel tardó cuatro años en realizar esta extraordinaria obra, pero al final sus inmensos esfuerzos se vieron recompensados ya que despertó la admiración del público desde el primer día hasta la actualidad.

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