jueves, 20 de enero de 2011

PALACIO RUCELLAI (ALBERTI)

Este palacio fue construido en 1446 por Alberti fue un encargo de Giovanni Rucellai y fue construido como un palacio donde habitarían la familia Rucellai en la maravillosa Florencia.

Lo más llamativo de este palacio es su fachada con muros almohadillados e incorpora en el zócalo la imitación del opus reticulatum, recordando la arquitectura clásica.

La fachada presenta una especie de ritmo debido a la posición de las pilastras o también llamado pilar adosado, recuerda al Coliseo romano que utiliza diferentes órdenes columnas adosadas según la altura (empieza con orden toscano en los capiteles, le sigue el jónico y termina con corintio).

El edificio se estructura en 3 pisos:

El zócalo de la planta baja presenta en la parte inferior un banco corrido en el que esperarían los clientes de la familia, era una familia de comerciantes. La planta baja estaba compuesta de pilastras dóricas y era el lugar donde se situaban las salas dedicadas a las actividades económicas de la familia. Presenta ventanas adinteladas.

El primer y segundo piso era una zona privada, en la que la familia hacia su vida cotidiana. En el primer piso las pilastras eran jónicas y en el segundo eran corintias.

El edificio es rematado por una cornisa, sostenida por ménsulas, que sustituye a los aleros medievales, aunque observamos resquicios góticos en las ventanas bíforas, Ventanas con arcos de medio punto en estas plantas superiores.

En general se puede observar la horizontalidad en la fachada, a pesar de esto se registra cierta verticalidad gracias a los pilares adosados. También aparece el uso de sillares, de distinto tamaño junto a la gradación de los relieves de las pilastras por lo que se impone ritmo y se evita monotonía. En un afán de mejora el palacio fue ampliado y quedó incompleto por lo que se rompió el efecto total de las porciones.

En interior se dispone en torno a un cortile o patio al que dan todas las habitaciones, señalar que las columnas interiores se rematan en capitel corintio.

En este palacio podemos observar bien las características del Quattrocento:

Importancia de la fachada, para simbolizar el poder de la familia que habitaba en él, organización entorno al patio y simetría conseguida por la repetición de elementos y las proporciones entre estos.

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