DORÍFORO (POLICLETO)

Su autor es Policleto, fue creado a mediados del Siglo V a.C (440-430 a.C). Esta escultura fue realizada en bronce pero actualmente conservamos una copia hecha en mármol que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.

Nos encontramos ante una escultura exenta, representa a un joven desnudo posiblemente un atleta en actitud de avanzar con el brazo flexionado pues portaba una lanza que se ha perdido, el brazo derecho permanece recto y relajado siguiendo la línea del costado. En cuanto a las piernas la derecha soporta todo el peso del cuerpo y la otra apenas toca el suelo con la punta del pie y flexiona la rodilla tirándola hacia atrás. La tensión que genera esta descompensación se compensa con ligeras inclinaciones en la pelvis y en los hombros y la cabeza ligeramente ladeada. A esta posición del cuerpo se le llama contrapposto (tiene una parte tensa y otra relajada), dota a la escultura de mayor movimiento, da sentido de vitalidad.

La inclinación de la cabeza supone la ruptura del punto de vista único que tenían las esculturas arcaicas. Ambos lados de la estatua presentan cualidades muy distintas, pero cada uno por separado es armonioso. El lado derecho ofrece sensación de reposo gracias a la continuidad de la línea vertical que va desde la pierna derecha que soporta el peso hasta el brazo en posición relajada. El lado izquierdo es angular y la posición se corresponde con la curva cerrada de la pierna izquierda relajada.

La escultura aun conserva rasgos del arcaísmo ya que esta tallada con rudeza, los músculos de los pectorales son planos sin apenas relieve, y las líneas de la cadera y cintura están perfectamente marcadas.

Es la obra más famosa esculpida por Policleto, pues en ella el artista griego concreto el canon de belleza, de siete cabezas. Para Policleto la belleza esta en la proporción, el cuerpo humano debía tener una altura igual a siete cabezas. La intención de Policleto fue expresar lo “perfecto” a partir de la proporción. El canon establecido en esta pieza está presente en otras obras como el Apoxiomeno de Lisipo o el Hermes con Dionisos con las pertinentes variaciones personales.

Los escultores griegos del periodo V-IV a.C afrontaron la aventura de librarse de la ley de la frontalidad y la cabeza mira a los lados, movimiento contenido de este primer periodo clásico temprano. El canon de Policleto sirvió de referencia Lisipo que añadió una cabeza más para estilizar la anatomía.