El arte califal (750-1031) constituye la primera etapa del arte hispano-musulmán . Se corresponde con la dominación de la dinastía Omeya, el periodo más brillante de la historia de Al-Andalus, con Córdoba como capital. Ejemplo de este esplendor es la Mezquita. La mezquita es el edificio más significativo del Islam. Es el lugar de oración en común. Consta de los siguientes elementos: un gran patio rectangular (sahn), rodeado por un muro, con una fuente para las abluciones rituales (sabil); a un lado está el alminar o minarete, torre desde la que el almuédano llama a oración a los fieles cinco veces al día; sala de oración (haram) cubierta, dividida por columnas en naves perpendiculares a uno de los muros (quibla), siempre orientado hacia La Meca, ciudad santa del Islam; en su centro se abre el mihrab, nicho destinado al imán o director de la oración, el cual pronuncia el sermón desde el mimbar o púlpito de seis escalones; ante el mihrab hay un espacio reservado para el príncipe (maqsura). Este modelo corresponde al de la mezquita hipóstila , la más común.
La Mezquita de Córdoba fue construida por el emir Abd-al-Rahman I sobre el emplazamiento de la basílica visigoda de San Vicente entre 785-787, con once naves y un patio o sahn, siguiendo el modelo de la de Damasco. En el año 833 Abd-al-Rahman II debido al crecimiento constante de la ciudad, hizo la primera ampliación hacia el sur, derribando la quibla y añadiendo 8 tramos. El califa Abd-al-Rahman III añadió algunos retoques (agrandó el patio hacia el norte y añadió el alminar). Al-Hakem II realizó la segunda ampliación, entre 961 y 969, la más lujosa, añadiendo 12 tramos, una nueva quibla, el mihrab y las dependencias que lo rodean. Por último, entre 987 y 990, el dictador Almanzor hizo la tercera ampliación hacia el este, debido a la proximidad del Guadalquivir, añadiendo ocho nuevas naves. El mihrab quedó descentrado. En el siglo XVI se construye dentro una catedral gótica, con mezcla de otros estilos; el alminar quedó enmascarado por un campanario.
La fotografía corresponde al interior del haram de la mezquita de Córdoba.
Análisis formal:
Materiales: los más importantes son la piedra caliza y el ladrillo, que se alternan en las dovelas de los arcos; aunque no lo vemos, el muro exterior de la mezquita es de sillares de piedra aparejados a soga y tizón, así como los contrafuertes. El mármol aparece en los fustes de las columnas y en la pared de quibla. El estuco y los mosaicos recubren las paredes y cúpula del mihrab y la quibla. El techo era de madera
Elementos constructivos: Se emplean como soportes las columnas , sin basa, con fuste liso y capitel con hojas de acanto estilizadas talladas a trépano, rematado en un cimacio. Encima superponen unos pilares rectangulares con modillones de rollos en su base. En el exterior, los muros, reforzados con contrafuertes y rematados en almenas.
- Hay doble arquería superpuesta, para conseguir más altura y luminosidad: la superior es de arcos de medio punto y la inferior de arcos de herradura califales, enjarjados, es decir, embutidos en el soporte; cumplen funciones de tirante, reforzando la arquería superior. Las dovelas de ambos arcos alternan la piedra blanca con el ladrillo rojo. Acotan la maqsura arcos polilobulados superpuestos y entrelazados; encima hay arcos de herradura sobre pequeñas columnas adosadas.
- Los vemos también en las tres puertas de las capillas, enmarcados por un alfiz, moldura rectangular que deja unos espacios intermedios o albanegas. Las dovelas presentan alternancia en decoración.
- La cubierta no se aprecia en la fotografía. La original era plana de madera. Pero aquí en la maqsura, para distinguirla, Al-Hakem II hizo cuatro ricas cúpulas de nervios califales, elevadas sobre trompas con una estructura octogonal. Los nervios no se cruzan en el centro, con una cúpula gallonada. La del mihrab tiene forma de concha, simbolizando la sabiduría divina. La decoración: se basa en la alternancia de color de las dovelas (rojo y blanco), en los capiteles tallados a trépano con la técnica de avispero, y en el juego de las arquerías superpuestas y entrecruzadas. En la zona de la maqsura y del mihrab se encuentra la mayor riqueza ornamental. Paredes y cúpulas están revestidas de una refinada y suntuosa decoración anicónica sobre exquisitos mosaicos, regalo del emperador bizantino, y sobre estuco. Está constituida por ataurique o decoración vegetal, la epigrafía o de letras con versículos del Corán, y la geométrica o de lacería. Decoraban el suelo con alfombras.
Valores plásticos: el espacio interno de la Mezquita da sensación de uniformidad, debido a la original sucesión de naves idénticas, predomina la horizontalidad. El interior es oscuro, iluminado por lámparas que penden del techo; esta penumbra favorece un clima intimista. El exterior carece de importancia, no existe un concepto claro de fachada, abriéndose el muro en muchas puertas.
Función: religiosa. La Mezquita de Córdoba era una aljama o mezquita del viernes. Era un lugar de oración comunitaria y, fuera de las horas de culto, se administraba justicia, se enseñaba el Corán, se charlaba.
Estilo: claramente arte califal por su planta, el empleo de sillares de piedra, superposición de soportes y de arcos (cuyo precedente está en el acueducto romano de Los Milagros, de Mérida), alternancia de dovelas, columnas aprovechadas, arco de herradura semicircular (ya empleado por los visigodos, pero más abierto) con dovelas alternadas y alfiz , uso de contrafuertes exteriores y almenas.
Significado: La Mezquita de Córdoba es el edificio clave de la arquitectura hispano-musulmana en la etapa califal y muestra la importancia económica, política y cultural que adquirió la ciudad durante esta época, sin rival en Occidente. En ella se aprecia claramente la síntesis de elementos de las distintas culturas (romana, visigoda, bizantina, persa y siria) que los musulmanes recogieron pero que supieron emplear de forma libre e innovadora.
Influencias: algunas de sus novedades se imitarán mucho en el arte posterior de Al-Andalus y del Norte de África (planta, el arco de herradura, la cúpula de nervios, la decoración), pero no la superposición ni la bicromía de arcos. De ahí que la Mezquita sea un monumento original y único, típicamente español.
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