PATIO DE LOS LEONES (ALHAMBRA DE GRANADA):
El Palacio de los Leones forma parte del conjunto monumental de la Alhambra, surgida en el siglo XIII como castillo, más tarde se convirtió en un palacio y luego en una pequeña ciudad. El nombre de la alhambra viene dado por el color rojizo que tenían en su origen las paredes del recinto y de las torres.
En este monumental y bellísimo conjunto se pueden distinguir varias partes como la Alcazaba; el Partal, el Generalife, los dos palacios, el de Comares, en el que destaca Patio de los Arrayanes y la Torre de Comares.
El otro es el Palacio de los Leones, al que se llama así por la espectacular fuente de leones que se sitúa en el centro. El Palacio de los Leones se halla dispuesto en dirección este-oeste, su planta es rectangular aunque un poco irregular y se trata de una arquitectura principalmente abovedad, pues hay numerosas cúpulas y bóvedas. Sus dependencias se ordenan en torno a un patio central de crucero rectangular, en cuyo centro se dispone la ya mencionada fuente de los leones, rodeada por doce leones de mármol e inscripciones coránicas. Desde esta fuente salen cuatro canales de agua que llegan hasta las cuatro salas principales. Todo el patio queda rodeado de pórticos cuyas cubiertas a varias aguas se sustentan principalmente en muros y en menor medida en esbeltas y finísimas columnas individuales o agrupadas en grupos de dos, tres y hasta cuatro columnas. Estas columnas presentan los originales capiteles granadinos formados por dos cuerpos, uno inferior con decoración de cintas y otro sobrepuesto de forma cúbica; sobre éstos descansan arcos peraltados. Este patio tiene planta rectangular, con la originalidad de que los pórticos de los lados menores avanzan hacía la fuente. En estos pórtico de los lados menores se encuentran dos bellas salas: la Sala de los Reyes, en cuya bóveda elíptica aparecen representados los diez primeros reyes de la dinastía nazarí; y la Sala de los Mocárabes, llamada así por su abundante decoración a base de mocárabes. En los pórticos de los lados largos encontramos dos de las salas más bellamente decoradas de toda la Alhambra: la Sala de las dos Hermanas, y la Sala de los Abencerrajes, ambas con espléndidas bóvedas de mocárabes.
En este conjunto predomina la horizontalidad, pues su elevación no es considerable. Los materiales empleados son muy variados pero pobres en general, abunda el uso del estuco, la mampostería el yeso, las techumbres de maderas…; se trata de una arquitectura falsa, en la que la maravillosa decoración lo cubre todo. Es precisamente la decoración el elemento principal y más espectacular de este patio, todo está decorado, sin un espacio vacío (horror vacui), combinándose y alternándose a la perfección los tres elementos esenciales de la decoración islámica: el ataurique o decoración vegetal, la lacería o decoración geométrica y la decoración epigráfica, toda la Alhambra está rodeada de inscripciones árabes, la mayoría de ellas pertenecientes a poemas. De hecho se ha llegado a decir que la alhambra es un gran libro de lujo, pues sus muros funcionarían como las páginas de mismo. Una de las inscripciones más singulares aparece rodeando la Fuente de los Leones, y se trata de un bello poema que hace referencia a la importancia del agua.
Al referirnos al agua no podemos olvidar la importancia que ella tiene en toda la Alhambra. Muchos estanques y fuentes de gran belleza como decoración y recuerdo del desierto.
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